¡Qué calor! ¡Y qué sed!, ¿verdad? Pues nada, no preocuparse, que aquí llega una recetaca de las güenas, fáciles, baratas y rápidas de hacer. De hecho, más rápido y fácil, imposible. ¿Cuánto se tarda he dicho? Menos que en explicarla, ya verás.
Pues preparemos un delicioso zumo de sandía para chuparse los dedos. Atención:
Ingredientes para una persona:
1 trozo de sandía (como si cogieras un puñado grande de sandía)
1 cucharada de azúcar (opcional)
1 poquitín de agua (opcional)
Instrucciones:
Se coge la sandía, previamente enfriada en la nevera, y se bate. Ya está. Ahora la pruebas: si ves que te ha salido una textura poco líquida, le puedes echar un pelín de agua, pero no mucha tampoco. Si la sandía que has comprado no está muy dulce (ay, alma de cántaro, ¿dónde compras tú la fruta?), entonces puedes agregar un poquito de azúcar. En ese caso, dale vueltas con una cuchara o bátelo otra vez.
Riquísimo, ¿verdad?
Variantes: Estos días de calorcete hemos probado con alguna modificación a la receta original. Por ejemplo:
- En vez de azúcar, le hemos puesto miel, y queda rico.
- En vez de un puñado de sandía, hemos echado menos sandía y la hemos mezclado con zumo de naranja. Mmmmm. Increíble y deliciosa bomba de vitaminas.
- También la mezclamos con plátano, y el plátano anula el sabor de la sandía un poco. Pero está rico también, ¿eh?
- Y el toque exótico: una pizquita de jengibre rallado para conseguir un retrogusto picante (para los más atrevidos).
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